martes, 14 de diciembre de 2010

¿ Armario como tipo de escuela? No, gracias.

La escuela, para muchos, la mayoría diría yo es un sinónimo de aburrimiento, dificultad, agobios...- Es difícil buscar una solución- alegan gran parte de los profesores y educadores, pero ¿tan difícil es hacer ver a los alumnos que lo que hacen puede ser tan necesario como apasionante? y es que muchas veces las cosas varían dependiendo del cristal por el que se mire.

La solución desde luego, no creo que esté en cambiar todo el sistema educativo, como en el texto, sino en sacar el lado atractivo de ese sistema. Es imprescindible que los docentes que dediquen su vida a los niños o adolescentes, sea porque de verdad quieren. He aquí, quizás, lo primero que debemos tener en cuenta para mejorar la educación, porque ¿como vamos a convencer a un niño de que las matemáticas pueden ser bonitas, si tiene a un profesor "cascarrabias", que esta trabajando en el centro por que no tiene otro sitio donde ir, y esta cansado de enseñar las mismas cosas todos los años?, ¿como vamos a meter a un niño en el apasionante mundo de la lectura, si desde pequeño se le obliga a leer libros que carezcan de todo interés para él?, ¿como vamos a hacer que un niño se sienta a gusto en la escuela, si tiene que estar horas y horas haciendo interminables deberes? Esta puede ser la clave, tener buenos profesores que se interesen por el bienestar de sus alumnos y que sepan cuando imponer un castigo y hacerlo en mayor o en menor medida.

Hacer que el niño se sienta bien, que aprenda a descubrir la magia de los números y lo gratificante que puede ser, hacer un problema bien, y que se de cuenta que a partir de ahí, no volverá a necesitar ayuda.
Descubrir que en un libro se esconden lugares maravillosos, que aprender un idioma puede ser una puerta para llegar a nuevos amigos, la posibilidad de viajar por todo el mundo; que la escuela es la que te puede ayudar a conseguir todo esto y más. Y que poco a poco deje de ser ese " armario" cerrado y sin ventilación en la que la hemos convertido.

Yo, cuando sea profesora pienso demostrar a mis alumnos lo emocionante que puede ser aprender algo nuevo, lo bonito que es hacer las cosas por uno mismo y la felicidad que da, alcanzar metas. Así intentaré romper los muros del armario que construyeron muchos de mis profesores, para conseguir que ninguno de mis alumnos sientan la claustrofobia que durante épocas yo sentí.

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