jueves, 16 de diciembre de 2010

Carrera de sapos ;)corregido

Había una vez, hace no mucho tiempo, un pequeño pueblo donde vivían toda clase de animalitos de río. Un día los sapos decidieron preparar una competición entre ellos, que consistía en subir a la cúspide de una torre. Era un reto difícil y muchos de sus vecinos fueron a verles, pero ninguno de ellos creía que los sapos lo iban a lograr, así que, lo que más se escuchaba entre la multitud era:

-         ¡Que pena! Esos sapos no lo van a conseguir... no lo van a conseguir...

Poco a poco los sapitos comenzaron a desistir, abatidos. Y cada vez quedaban menos en la competición. Los espectadores seguían gritando:

- ¡Que pena!! No lo vais a conseguir

Y los pocos sapitos que quedaban fueron dándose por vencidos.
Salvo uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima cada vez con más fuerza.
Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos seguía y llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Todos los demás concursantes estaban muy intrigados de cómo era posible que lo hubiese conseguido ¡ era tan difícil! Así que se acercaron a él y descubrieron..¡Que era sordo!

Moraleja: Sé siempre SORDO cuando alguien te diga que no puedes realizar algún sueño.


No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativos derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón!

¡Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas!



martes, 14 de diciembre de 2010

¿ Armario como tipo de escuela? No, gracias.

La escuela, para muchos, la mayoría diría yo es un sinónimo de aburrimiento, dificultad, agobios...- Es difícil buscar una solución- alegan gran parte de los profesores y educadores, pero ¿tan difícil es hacer ver a los alumnos que lo que hacen puede ser tan necesario como apasionante? y es que muchas veces las cosas varían dependiendo del cristal por el que se mire.

La solución desde luego, no creo que esté en cambiar todo el sistema educativo, como en el texto, sino en sacar el lado atractivo de ese sistema. Es imprescindible que los docentes que dediquen su vida a los niños o adolescentes, sea porque de verdad quieren. He aquí, quizás, lo primero que debemos tener en cuenta para mejorar la educación, porque ¿como vamos a convencer a un niño de que las matemáticas pueden ser bonitas, si tiene a un profesor "cascarrabias", que esta trabajando en el centro por que no tiene otro sitio donde ir, y esta cansado de enseñar las mismas cosas todos los años?, ¿como vamos a meter a un niño en el apasionante mundo de la lectura, si desde pequeño se le obliga a leer libros que carezcan de todo interés para él?, ¿como vamos a hacer que un niño se sienta a gusto en la escuela, si tiene que estar horas y horas haciendo interminables deberes? Esta puede ser la clave, tener buenos profesores que se interesen por el bienestar de sus alumnos y que sepan cuando imponer un castigo y hacerlo en mayor o en menor medida.

Hacer que el niño se sienta bien, que aprenda a descubrir la magia de los números y lo gratificante que puede ser, hacer un problema bien, y que se de cuenta que a partir de ahí, no volverá a necesitar ayuda.
Descubrir que en un libro se esconden lugares maravillosos, que aprender un idioma puede ser una puerta para llegar a nuevos amigos, la posibilidad de viajar por todo el mundo; que la escuela es la que te puede ayudar a conseguir todo esto y más. Y que poco a poco deje de ser ese " armario" cerrado y sin ventilación en la que la hemos convertido.

Yo, cuando sea profesora pienso demostrar a mis alumnos lo emocionante que puede ser aprender algo nuevo, lo bonito que es hacer las cosas por uno mismo y la felicidad que da, alcanzar metas. Así intentaré romper los muros del armario que construyeron muchos de mis profesores, para conseguir que ninguno de mis alumnos sientan la claustrofobia que durante épocas yo sentí.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Instrucciones para utilizar un cuchillo.

Cogemos el utensilio puntiagudo, nunca por la parte cortante y con la mano derecha en el caso de ser diestro o con la opuesta si se es zurdo.


Agarramos firmemente el mango, para evitar que se nos deslice por la mano o se ponga en otra posición, colocamos el filo mirando hacia la comida, lo posamos sobre esta y lo pasamos por el mismo sitio, atravesando el alimento, tantas veces como sea necesario, hasta que se desprenda del trozo inicial.

Una vez cortado todo el alimento, lo debemos dejar en un sitio seguro, donde no nos pueda lastimar ni a nosotros ni a los que estén cerca.

Si tenemos que transportar el cuchillo, ya sea para dejarlo en el fregadero o llevarlo desde el cajón hasta la mesa al inicio de la comida, siempre lo debemos transportar boca abajo, con la punta mirando hacia en suelo.

No es recomendable que un niño de menos de tres años coja ningún tipo de cuchillo.

En caso, que no se cumplan estas instrucciones y se dañe a otra persona o a uno mismo, de debe actuar en consecuencia, con el tipo de lesión que tengamos: si nos hemos rajado ligeramente, debemos poner la parte lesionada en agua fría y tener unas tiritas a mano. En caso de ser más grave, como heridas grandes, habrá que taponar la herida presionando sobre ella y llamar inmediatamente a el hospital.

¡Bon apetite!




La muñeca.

Esta historia, me la contó mi abuela cuando yo era bien pequeña. Me dijo que a ella se la contó su madre. A su madre mi tatarabuela. Y así sucesivamente, hasta el punto que mi abuela no puedo recordar más nombres.

En mi pueblo, todavía hoy en día hay mucha gente que se gana la vida de pastor, pero hoy se cuenta con unos conocimientos, que en el tiempo en el que se remonta esta leyenda, se desconocían.

En una tarde de invierno frío, de esas que tan bien conocían los habitantes de estas tierras, un  padre de una familia de La Revilla, un pueblo segoviano, envió a sus tres hijos al prado donde había dejado a sus ovejas pastar, para que las trajesen de nuevo al cobertizo donde las dejaban las noches de invierno.
La noche cayó rápido sobre los tres hermanos y la oscuridad hizo que tuvieran que relentizar el paso. Así pues, en un momento tres lobos grises les cortaron el camino, los dos hermanos corrieron despavoridos hacia el primer árbol, donde se escondieron y refugiaron de las hambrientas bestias. Pero la hermana no tuvo tanta suerte, el miedo la paralizó las piernas mientras la rodeaban y los lobos la engulleron rápidamente sin dejar resto humano de la muchacha, excepto la muñeca, que dejaron intacta.


Hoy en día, en ese mismo lugar: al pie del camino, existe una piedra que conmemora a la niña. Y que todavía hoy, pone los pelos de punta.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Leyenda urbana.corregido

Hace unos años Alejandro, un amigo que tengo en Toledo, me contó la siguiente historia:
Él, es de un pueblo cerca de Talavera de la Reina, del mismo que el protagonista de la historia: Raúl. Sus padres habían muerto cuando el apenas tenía conciencia, por lo que tuvo que irse a vivir a Madrid bajo la custodia de su tío, un banquero muy rico que le había consentido todo lo que el muchacho deseaba y más.
Así cada vez que volvía al pueblo, se notaba más su cambio de personalidad: Era malhumorado, caprichoso y solo le importaba su propio bien aunque este dependiese del de otras personas.

Al cumplir los 18 años, recibió como regalo una Yamaha Fazer FZS, y se empezó a obsesionar mucho con ella. Unas vacaciones, Raúl fue a veranear al pueblo y una noche fue a ver a una chica que vivía en el pueblo de a el lado, donde además tenía algunos colegas. Cogió una carretera desgastada y solitaria que lindaba con un precipitado barranco. En un determinado momento cuando apretaba el acelerador, la moto salió disparada como por arte de magia y cayó pendiente abajo, seguramente debió de impactar con una pequeña piedra, pero a esas velocidades basta para que sea mortal. Pero Raúl no murió, consiguió amarrarse a una afilada roca que sobresalía, luchó por intentar subir, pero el filo de la piedra comenzó a desgarrarle las manos, no parecía haber ninguna escapatoria cuando una aterciopelada voz llegó desde unos metros más arriba hasta sus oídos. Era una hombre calvo vestido todo de negro, con un color de ojos extraño y una mirada cansada. Él alimento la esperanza perdida de Raúl, quién con la voz desgastada le pidió auxilio.


-Yo te puedo salvar. La voz era tan aterciopelada como escalofriante. Pero antes de veras prometerme que nunca volverás a hacer mal a quienes tengas a tu alrededor.
-si, si, ahora ayúdame a subir.
-Escúchame bien antes muchacho, si no cumples tu promesa, tu alma quedará encadenada a este lugar para toda la eternidad, hasta que alguien te haga una promesa similar a esta.


Y de pronto se encontró de nuevo en la carretera, convencido de que aquel suceso había sido fruto de su imaginación, pero la moto descuartizada en el fondo del precipicio le devolvió a la cruda realidad.
 Dado que estaba cerca del pueblo al que se dirigía bajo andando hasta la casa de la chica, a quien le contó aterrado todo lo que le había sucedido. Ella burlona se rió de su miedo e intento convencerle de que eso no era cierto.
Raúl indignado, la dijo que no la quería volver a ver y cuando esta intentó cerrarle el paso, el la propició un fuerte empujón.

Le acercó a la carretera por la que se subía a su pueblo un colega y nunca mas se volvió a saber nada de Raúl.

Dicen que el hombre que le salvó la vida, le quitó la posibilidad de morir y ahora recorre todas las noches la carretera de Alcaudete de principio a fin, buscando a alguien a quien robarle su muerte.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Leyenda.

El siguiente relato ocurrió cerca de uno de los pueblos más bellos del Cantábrico: San Vicente de la barquera. Hace ya demasiado tiempo, quizá más de un siglo, antes del reinado de Alfonso XIII, seguro, puesto que la historia tiene como protagonista a un tío abuelo del mismísimo rey .
 Fernando tenía por nombre y era conocido por todos con temor, pues era un hombre que no conocía límites de avaricia y su único interés era su propio bien. Pero todo lo que tenía de egoísta, lo tenía también de rico.
 

Un día mientras perseguía a un joven cervatillo para darle caza, él y su bonito caballo blanco fueron víctimas de un suceso, que podía costarles la vida: un enorme charco de barro les estaba engullendo, una de las peores muertes. Fernando pidió socorro a todo pulmón, pero no recibió respuesta alguna, estaba claro que no había nadie en kilómetros a la redonda. Con el miedo acuchillándole todo el cuerpo, y con el contacto del barro con su barbilla pidió a los ángeles misericordia. Y como caída del cielo apareció ella, aunque desde luego, pinta de ángel, no tenía. Era una mujer de avanzada edad, montada en un viejo y cansado burro, sus ojos eran del color de un cristal, estaban surcados por unas grandes ojeras, y su mirada, parecía cansada de poder ver.

Fernando que ya sentía el barro rodeándole los labios la pidió auxilio y la mujer bajándose del burro le dijo:

-         Mi nombre en Victoria Clarín, y el único modo de salir de mis arenas, dijo en posesivo, es que alguien de su vida por la tuya, yo estoy dispuesta a cambio de que jures que nunca volverás a pecar.

-         Yo juro. Dijo mientras sentía como el barro se colaba por su garganta y una sensación de asfixia se apoderaba de el.

-         En caso de que no cumplas tu juramento, le advirtió, tu alma quedará encadenada a este bosque por toda la eternidad sin la posibilidad de morir, hasta que encuentres a alguien que supere tus crímenes y te haga este mismo juramento.

Cuando el joven Fernando volvió a abrir los ojos se encontraba fuera del charco, y pudo ver como este iba desapareciendo delante de sus propios ojos hasta convertirse en tierra firme. Y con él desaparecieron también la anciana y el burro.

Así emprendió el camino hasta su castillo, y después de una larga caminata llegó pálido, lleno de barro, y profundamente aterrado. Todos sus guardianes le rodearon rápidamente y le preguntaron por quien le había echo eso, Fernando aturdido como estaba solo pudo decir un nombre: Victoria Clarín.

Esa misma noche fueron condenados a muerte todos los habitantes del pueblo de Ucieda de Abajo, en el que había vivido y crecido Victoria hace 197 años.

Días más tarde desapareció Fernando, sin ninguna explicación.

La leyenda cuenta que la anciana, al salvarle la vida de quitó la posibilidad de morir y él vaga día y noche por el bosque asaltando a todos sus viajantes con la esperanza de poder morir, así que si alguna vez vais por un bosque cantábrico y veis un enorme charco de barro, no lo piséis y salir cuanto antes de allí.



martes, 23 de noviembre de 2010

Es muuy perro !. Corregido

Tiene el color de una naranja, las orejas largas y un hocico negro en forma de pelotita de golf.
Sus ojos son grandes, alegres y marrones. Con ellos sonríe a todo el que le mira.
Su dueño y gran amigo, tiene unas orejas grandes y redondas.Los dos van acompañados a todas partes y como nuestro personaje es un poco liante,su dueño le ayuda a salir airoso de todas las situaciones, como buen compañero.
Es delgaducho y encantador, por lo que tiene un montón de amigos, entre ellos cabe destacar un pato un poco gruñón.
Y por último su nombre se parece mucho al de un antiguo planeta.

¿Quién será, será?

                                    Aquí dejo una pequeña pista ;)


lunes, 22 de noviembre de 2010

QUIEN LA SIGUE: LA CONSIGUE.


Una vez que crees que no eres capaz de conseguir algo, es muy difícil poder cambiar de opinión, coger la toalla y lanzarla al aire es infinitamente más sencillo que luchar por tus metas, pero puedo asegurar que es realmente satisfactorio y sino, sólo hay que ver el rostro de nuestro protagonista en el video “ The potter”. Quizás, por eso los guionistas no pusieron letra a este corto, por que hay veces que una imagen vale más que mil palabras.

En un principio, el personaje quiere aprender hacer las vasijas tan bien como su maestro, de una manera rápida y sin complicarse, al ver que en efecto no le sale: se desespera. El maestro, atento a los sentimientos del chaval, le muestra como se hace de nuevo, y le devuelve la esperanza anteriormente perdida. Así poco a poco, haciendo la vasija una y otra vez, lo consigue, y no solo crear figuras con barro, si no es capaz de utilizar el mismo instrumento que su maestro: la magia.

Cuando el niño consigue sus metas, su cara parece reflejar su alma. Todos sabemos que sin el esfuerzo y las ganas que le puso, no lo habría conseguido pero ¿qué pasaría si hubiese prescindido de su maestro? ¿ Habría conseguido el mismo resultado sin esa mano amiga que le daba cariño?. Bien creo yo que no, es más la causa del éxito del alumno, viene gracias a este maestro: a que sus enseñanzas salían del corazón.

Yo que soy muy dada a rendirme, debo confesar, que también hubiese querido saber hacer la vasija, sin tener que aprender nada, pero por eso mismo me apunto la lección del alfarero: crear y hacer las cosas por un mismo es realmente lo que nos hace felices.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿ Nos expresamos bien?

 ¡Que pregunta! Yo creo que todos en el fondo, pensamos que nos explicamos de la mejor manera, y cuando alguien no nos entiende, echamos la culpa al receptor . O eso pensaba yo, antes de llevar acabo una actividad que nos planteó Irune: un dictado de figuras geométricas. Así pues con una voluntaria en el encerado y un folio en blanco sobre la mesa todos nos dispusimos a escuchar. Aquello, al principio parecía hasta sencillo, pero entre que los oyentes debíamos estar en silencio sin formular pregunta alguna, y la emisora solo disponía de la palabra... comenzó a ser una caos, por lo que las roturas del canal que se produjeron después sólo complicaron las cosas y al final ocurrió lo esperado: si en la lámina original las figuras estaban en horizontal, en mi dibujo se disponían todas en vertical, que si en vez de círculos grandes, círculos pequeños, o en vez de rectángulos, rombos...

El segundo ejercicio, constaba de diferentes normas, esta vez, si podíamos formular preguntas, por lo que las cosas se facilitaron, con una nueva voluntaria en el encerado y otro folio en blanco comenzamos de nuevo el dictado, esta vez poco a poco, preguntando tamaños, posiciones, incluso con un buen sistema de “las puntitas de los dedos” conseguimos saber la distancia entre unas figuras y otras. Y después de una oleada de preguntas y la desesperación de algunos compañeros, al final el resultado fue muy positivo.

El tercer ejercicio que realice en mi casa, salió bastante bien, ya que yo había estado en la piel de una receptora así que procuré ir despacio, haciendo muchas aclaraciones y aunque a veces sintía que el receptor no se enteraba de mucho, finalmente el truco fue ese: ponerme en el lugar de quien me escuchaba.

Muchas veces el emisor finalmente se tiene que amoldar a las necesidades del receptor. Es evidente que dirigir unas palabras hacia un grupo de gente, y que les llegue en perfectas condiciones el mensaje que quieras transmitir, no es sencillo, pero tampoco es algo que no podamos hacer. Una vez aprenda uno a explicarse, a encontrar un código que ambos conozcan y a procurar no romper el canal, no habrá ningún problema comunicativo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Me presento

Me llamo lucía y cumplí mis 18 años en mayo.

Tengo un pueblo en Badajoz, donde guardo la mitad de mi vida, allí esta buena parte de mi familia, y mis amigos de toda la vida.
Para mi, es una especie de paraíso particular, el sitio de donde me llegan más recuerdos dulces:
En verano, cuando el sol extremeño aprieta sin piedad, nos bajamos al pantano del pueblo donde casi hacemos vida y en invierno siempre hay tiempo para encender una lumbre y asar castañas al son de una buena conversación, eso por no mencionar las ferias de otoño y las romerías de primavera.

Y si desde aquí, subimos en la península hasta la sierra y sustituimos el calor por el frío, llegamos a mi segundo paraíso: El arenal; el pueblo donde nació mi padre es chiquinin pero muy acogedor. En su ambiente se fusionan el olor a leña quemada y a humedad, y por más que he buscado, no hay olor que me agrade más.
Allí también tengo a muchos de mis familiares y amigos, que aunque no sean tantos, puedo presumir con gusto de ellos.

Vengo de una familia muy estructurada de la que me siento tremendamente orgullosa.

Me gusta leer y encontrarme con libros que me lleguen, de esos que cuando acabas de leerlos, te sientes un poquito más sabio.

Me gusta la fotografía, pero no la artística: Eso de hacer una foto a una modelo que esconde a sus espaldas un precioso paisaje, me trasmite más bien poco; La fotografía que a mi me gusta es la que guarda mis recuerdos, puesto que considero, que son lo mas valioso que tengo y pensar que de cada momento tengo un instante atrapado en forma de foto, me tranquiliza.

Me encanta también viajar y tengo el sueño dorado, de poder hacerlo por todo el mundo, por cada rincón del planeta: Por supuesto no quiero viajes lujosos, iría a donde fuese en una furgonetilla llena de amigos.

Sin olvidar que adoro el cordero asado, y los días lluviosos. Y por supuesto, el motivo por el que estoy aquí: Los niños; en realidad me gustan todos los niños, ya sean más grandes o más pequeños, y dado que siempre me he querido dedicar a esto, me encuentro muy a gusto y con ilusión.

Así que ahora lo que espero, es que este curso y los que le seguirán vayan bien, que me pueda dedicar a esto toda la vida y que cuando sea más mayor no tenga ninguna prisa por jubilarme, por que eso significará, que me gustará tanto como me gusta ahora.